Descubre ahora todo sobre el trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Tratamientos, medicamentos y terapias contra la ansiedad generalizada.
¿Qué es la ansiedad generalizada?
Definición de la ansiedad generalizada
La ansiedad generalizada, también llamado trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es la presencia de ansiedad o de preocupación excesiva y persistente debido a una serie de eventos o actividades durante un período de al menos 6 meses. Los síntomas de ansiedad pueden ser somáticos (inquietud, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y trastornos del sueño) o físicos (temblores, sudoración, náuseas, diarrea, boca seca, etc.).
¿Quién sufre de ansiedad generalizada?
Alrededor del 5 % de los españoles sufren a lo largo de su vida de un trastorno de ansiedad generalizada, y la enfermedad se inicia habitualmente antes de los 25 años de edad. La incidencia entre las mujeres es dos veces mayor que entre los hombres.
Factores de riesgo de ansiedad generalizada
Los principales factores de riesgo son antecedentes familiares de trastornos ansiosos, una exposición al estrés, antecedentes de traumatismo físico o emocional y el tabaquismo. Los adolescentes y los jóvenes adultos que fuman tienen de 5 a 6 veces mayor riesgo de ansiedad que los no fumadores.
Medicamentos para ansiedad generalizada
Los antidepresivos: medicamentos de primera línea
Los antidepresivos se recomiendan hoy en día para luchar en primera línea como tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Los antidepresivos ofrecen la ventaja de ser capaz de tratar a la vez los
síntomas de ansiedad y los síntomas depresivos, ya que la ansiedad generalizada se presenta frecuentemente en asociación con la depresión.
¿Cómo funcionan para combatir la ansiedad?
Todos los antidepresivos tienen un efecto sobre la serotonina. Así pues, tienen la capacidad de aliviar los síntomas psicológicos del TAG, como la aprehensión y la inquietud.
Resultados del tratamiento con antidepresivos
Todos los antidepresivos tienen un inicio de acción de aproximadamente 4 a 6 semanas. Algunos pacientes pueden experimentar una exacerbación temporal de sus síntomas de ansiedad al iniciarse el tratamiento. Por lo tanto, tiene más ventajas iniciar el tratamiento con dosis más bajas que las recomendadas para la depresión e ir aumentándolas lentamente según la tolerancia.
Duración del tratamiento con antidepresivos
Los pacientes que responden bien al tratamiento deberían continuarlo durante al menos 12 meses para reducir el riesgo de recaída. Si el alivio de los síntomas es sólo parcial después de 4 a 6 semanas de tratamiento, la dosis del antidepresivo puede incrementarse. Si el tratamiento no es eficaz en dosis óptimas después de 8 semanas, el tratamiento con un otro ISRS o venlafaxina puede ser intentado. Reemplazar o agregar un segundo medicamento (asociación) debería ser considerado en pacientes que no responden a la monoterapia.
Otros medicamentos para la ansiedad: 2º y 3º tratamiento
Las benzodiazepinas (BZD) tienen varias ventajas, ya que permiten aliviar rápida y eficazmente a los pacientes, y tienen pocos efectos segundarios. Ayudan a reducir la severidad, duración y frecuencia de los síntomas de ansiedad. Por estas razones, sigue siendo el medicamento complementario utilizado al inicio de tratamiento, antes de que los antidepresivos empiecen a actuar eficazmente.
La buspirona, un agonista parcial de los receptores de serotonina 5-HT1A, puede ser una interesante alternativa a las benzodiazepinas. Tiene la ventaja de no causar dependencia física, síndrome de abstinencia o alteraciones cognitivas.
Psicoterapia para la ansiedad generalizada
Las terapias, como la psicoterapia, la relajación y la meditación, pueden ser útiles contra los trastornos de ansiedad generalizada. Ayudan a aliviar la ansiedad, pero generalmente no son suficientes para eliminar todos los síntomas de físicos y mentales de la ansiedad. Por lo tanto es un complemento al tratamiento con medicamentos.
Desarrollo de la sesión: se necesitan de 10 a 20 sesiones (individuales o en grupo). El paciente aprende a reconocer los pensamientos que contribuyen a la ansiedad y percibir las inquietudes de una manera más racional. El enfoque psicológico es por exposición, cognitivo o control de las emociones.