Descubre todo ahora sobre la ansiedad y la depresión. Todos los tratamientos, medicamentos y terapias para la ansiedad y depresión.
Definición de ansiedad y depresión
Ansiedad y depresión: debemos distinguir entre estos términos. La
ansiedad es una emoción cercana al
miedo que existe en cada ser humano. La ansiedad puede convertirse en una enfermedad que causa dolor y malestar en la vida. Hablamos de trastornos de ansiedad (fobia, obsesiones, pánico y ansiedad generalizada). La
depresión es un sufrimiento moral permanente, más insoportable que cualquier sufrimiento vivido anteriormente.
Por lo tanto la depresión y los trastornos de ansiedad son dos enfermedades psíquicas diferentes, aunque pueden tener síntomas similares.
Las causas de la depresión
Es raro que la depresión tenga una sola causa. Generalmente, se activa por una combinación de factores. Por ejemplo, una persona puede sentirse triste tras una enfermedad, y justo después vivir una situación estresante como un fallecimiento, y así empieza la depresión.
Nivel menor de serotonina en el cerebro
Según las investigaciones, la depresión está relacionada con un desequilibrio de sustancias químicas en el cerebro, los famosos "neurotransmisores". Si estás deprimido, probablemente tienes un nivel menor de neurotransmisores, como la serotonina, que en personas normales.
Herencia genética: antecedentes familiares
Los investigadores todavía no son capaces de determinar si el desequilibrio químico del cerebro es consecuencia de la depresión o si es la causa. Algunos genes, que parecen incrementar el riesgo de depresión, son transmitidos de padres a hijos. Por lo tanto, si hay antecedentes de depresión en tu familia, tienes más posibilidades de sufrir depresión.
La depresión también puede ser causada por drogas, alcohol y ciertos tipos de medicamentos.
Los síntomas de la depresión
Si estás deprimido(a):
Estás irritable y pasas mucho tiempo llorando. Probablemente tienes dificultades para tomar decisiones, te menosprecias, te culpas a ti mismo, te sientes desesperado y sin recurso. Si estás deprimido, ya no consigues sentir interés por las cosas que amas. Deseas pasar más tiempo solo y evitas ver a tu familia y tus amigos. También puedes experimentar síntomas físicos como fatiga y problemas de sueño.
Si sufres de depresión:
Puedes perder el apetito, o bien engordar comiendo para consolarte. Pierdes el interés por las relaciones sexuales. Algunas mujeres encuentran que sus reglas son modificadas.
La depresión es diferente de la tristeza
La tristeza es una reacción normal a la pérdida de algo o alguien. Si estás triste, la pena te suele invadirte en algunos momentos, pero sigues disfrutando de la vida y tienes esperanzas para el futuro. Sin embargo, si estás deprimido, tienes una sensación de tristeza constante y no tienes ninguna visión positiva del futuro.
El diagnostico de la depresión
Si piensas tener depresión, visita a tu médico. Realizará un examen físico y un análisis de sangre u orina para descartar otros problemas con síntomas similares.
Como no existen pruebas clínicas sobre la depresión, el diagnóstico se basa generalmente en este
test de depresión gratis.
Clasificación de la depresión
Hay dos sistemas principales de clasificación de enfermedades mentales. La primera es el "Manual diagnóstico y estadístico" de los trastornos mentales, desarrollado por la
Asociación Americana de Psiquiátrica (APA). La segunda es la clasificación internacional de enfermedades desarrollada por la
OMS.
Los tratamientos de la depresión
El tratamiento prescrito por el médico dependerá del grado de afectación en tu vida diaria de la depresión.
Si tu depresión es leve...
El médico evaluará tu estado durante 2 semanas. Te aconsejará hacer ejercicio para relajarte y hablar de tus preocupaciones con amigos y familiares.
Si tu depresión es moderada...
El médico aconsejará consultar con un psicólogo o prescribir antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).
Si tu depresión es grave...
La depresión grave necesita la visita a un psicólogo, y la ayuda de medicamentos. Si sufres de depresión severa que no responde al tratamiento, el médico te orientará hacia un equipo especializado en salud mental.
Los tratamientos que funcionan para la depresión
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Consultar un psicólogo: es la mejor manera de entender las causas de la depresión y superarla. Uno de los tratamientos consiste en la terapia cognitivo-conductual (TCC), que utiliza técnicas de resolución de problemas para cambiar la forma en que reaccionas a ciertas situaciones.
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Tomar medicamentos: los ISRS (inhibidores de la serotonina) funcionan cambiando los niveles químicos del cerebro. Algunos elementos químicos, como la serotonina, dan una sensación de bienestar; Por esta razón los ISRS estimulan la producción de serotonina.
Los efectos secundarios de medicamentos
Los efectos secundarios comunes de los
ISRS (inhibidores de la recaptación de serotonina) son las náuseas, dolores de cabeza, ansiedad y problemas de sueño.
Los
antidepresivos tricíclicos (TCA) se utilizan también para tratar la depresión. Los TCA tienen efectos secundarios como tener la boca seca, estreñimiento, sudoración, vista borrosa, dificultad para orinar, somnolencia. Los efectos secundarios de los ISRS y TCA tienden a disminuir con el tiempo.
Si tomas antidepresivos conocidos como
inhibidores de monoamino oxidasa (Mao), debes evitar cualquier alimento o bebida que contenga un elemento químico llamado “tiramina”. El médico te entregará la lista de alimentos y bebidas a evitar. Además, hay que evitar el alcohol y no debes tomar ningún otro medicamento sin haber consultado antes con tu médico.
En casos raros, los
Mao puede provocar hipertensión. Si notas síntomas rigidez en el cuello, fuerte dolor de cabeza, dolor en el pecho, vómitos o náuseas y un ritmo cardíaco rápido, debes buscar asistencia médica inmediata.
Resultado: ¿Cuándo finaliza la depresión?
Aproximadamente el 50% de las personas que experimentan un primer episodio de depresión tendrán otra vez uno en los próximos 10 años.
Atención con los trastornos de depresión y drogas
Los
trastornos mentales, como la depresión y el consumo de drogas, están asociados con más del 90% de los casos de suicidio. Una persona presenta los signos precursores al suicidio si toma disposiciones para despedirse, por ejemplo preparando su testamento, si ella habla de la muerte o suicidio o si practica la auto-lesión.
Una
mejora repentina en el estado de ánimo también puede ser una señal precursor, ya que la persona ha decidido suicidarse y se siente mejor debido a esta decisión.
Si temes que alguien que conoces este pensando en el suicidio, debes buscar la ayuda de un profesional. Si no puedes ponerte en contacto con un médico, una asociación de apoyo puede darte consejos (el servicio telefónico es accesible las 24 horas al día). Dile a la persona que no está sola y ofrécele tu ayuda para encontrar una solución a sus problemas.
Si piensas que el riesgo es inmediato, no la dejes sola. Quítale los medios de suicidio tales como medicinas, objetos afilados y productos de limpieza.
¿Prevención de la ansiedad y depresión?
Los ejercicios para combatir la depresión
Un programa de ejercicio físico regular previene la depresión. De hecho, el ejercicio provoca la producción de un elemento químico en el cerebro llamado "serotonina", que mejora el estado de ánimo. Las técnicas de relajación como el yoga y la meditación pueden ayudar a reducir la ansiedad.
Las terapias para vencer la depresión
La terapia cognitivo-conductual (TCC) permite aprender una técnica resolutiva contra el estrés y la ansiedad, y permite fortalecer el bienestar mental.
La alimentación sana para curar la depresión
Según estudios recientes, la alimentación puede ser un factor importante en la depresión. Hay que evitar alimentos y bebidas como el alcohol, cafeína, azúcar, chocolate, pasteles, galletas, queso y pan. Aumentan el nivel de azúcar en la sangre a corto plazo. Poco después, el nivel de azúcar cae en picado, lo que provoca ansiedad, irritabilidad y tristeza.
Se ha demostrado recientemente que uno de los elementos químicos presentes en el pescado (ácidos grasos omega 3) mejoran el estado de ánimo. Se encuentra en el salmón, sardinas y la caballa. Los vegetarianos también lo encontrarán en las nueces y tofu.