Test Ansiedad

¿Qué es ansiedad de rendimiento?

Definición de ansiedad: ¡el éxito a cualquier precio!

La ansiedad de rendimiento es un "estado de aprensión, tensión o malestar causado por la anticipación de un peligro, cuya fuente no es siempre reconocida conscientemente". Es también una "ansiedad caracterizada por una fuerte aprehensión frente a las evaluaciones o cualquier otra situación donde uno se puede sentir juzgado".

¿Quién se ve afectado por la ansiedad de rendimiento?

La ansiedad de rendimiento puede ser relativamente común entre los estudiantes, porque la universidad es un ambiente propicio para su exacerbación. Pero también se experimenta en el trabajo, deporte o actividades artísticas.

Las causas de la ansiedad de rendimiento

¿En qué situaciones aparece esta ansiedad?

• Frente a un objetivo cuya dificultad es objetivamente importante: competición, examen, hablar en público, entrevista de trabajo

• Frente a un objetivo muy alcanzable para la persona ansiosa (ir hacia los demás, contar una historia, un chiste, tener relaciones...)

Características de la ansiedad de rendimiento

La ansiedad de rendimiento está relacionada con la fobia social (DSM IV), el miedo escénico (actuación), el miedo al fracaso (esquemas) y el estrés competitivo.

El éxito del rendimiento está muy valorado en España

Sintomático de una sociedad donde se valora el logro y el éxito individual, la ansiedad de rendimiento está relacionada con el miedo al fracaso y se caracteriza principalmente por una fuerte aprehensión a las evaluaciones o cualquier otra situación donde uno se puede sentir juzgado.

Los síntomas de ansiedad de rendimiento

¿A qué edad aparece la ansiedad de rendimiento?

La ansiedad de rendimiento puede aparecer a partir de los 6 años. Puede disminuir entre los 6 y 11 años y luego regresar con mayor intensidad. A menudo es crónica e independiente de las habilidades cognitivas.

Síntomas asociados con esta ansiedad:

• Perfeccionismo
• Trastornos somáticos cuando se acerca la fecha límite
• Evitación de actividades donde el éxito es incierto

Consecuencias asociadas con esta ansiedad:

Las consecuencias puedes traducirse de varias maneras: estrés severo en los exámenes, pánico o crisis de ansiedad antes de las evaluaciones, perfeccionismo exagerado en el estudio, o una variedad de trastornos somáticos al acercarse los plazos de entrega (migrañas, trastornos digestivos, etc.).
Sin olvidar a quienes no se atreven llevar a cabo proyectos cuyo resultado es incierto (como estudios universitarios), por temor a enfrentarse a un posible fracaso. Pero se encuentra sobre todo, a la base, un conjunto de creencias sobre el rendimiento y el logro que convierten la sola idea de una derrota inaceptable.

¿De dónde viene la ansiedad rendimiento?

La ansiedad de rendimiento es un rasgo de la personalidad

La ansiedad de rendimiento es un rasgo de la personalidad, una disposición latente a reaccionar frente a situaciones de evaluación, que sólo espera un contexto propicio para aparecer.

La ansiedad de rendimiento se desarrolla desde la infancia

La ansiedad de rendimiento empieza a desarrollarse desde el preescolar y tendría su nacimiento en la interacción entre el niño y sus padres, especialmente cuando el "rendimiento" del niño no corresponde a las expectativas poco realistas de unos padres siempre insatisfechos.

El niño puede integrar y hacer suyas las críticas de los padres (ya sean expresadas implícita o explícitamente), o reaccionar a la indiferencia de los padres, y vivir sentimientos de hostilidad, de culpabilidad y frustración. Estos sentimientos, no reconocidos y acumulados internamente, pueden traducirse en ansiedad. El niño que se siente incompetente será más ansioso y vivirá un desánimo creciente con su incapacidad para cumplir los requisitos demasiado altos para él. Buscará constantemente elogios e intentará a toda costa evitar la crítica y el fracaso.

El apoyo positivo para desarrollar confianza

Si en la infancia, el niño no tiene el apoyo positivo necesario para desarrollar una confianza sólida en su valor y su competencia, aprenderá cada vez más a evaluarse en función de logros externos tales como notas y premios. Esta falta de fe interior en el valor personal irá de la mano con una baja autoestima y un sentimiento profundo de ineficacia.

La ansiedad de rendimiento en la escuela

El entorno escolar, a menudo un reflejo de los valores de la sociedad, también puede influir en el desarrollo de la ansiedad de rendimiento, desde los primeros años escolares. Un contexto de evaluación estresante puede hacer sentir el alumno desamparado y ansioso, aumentando con ello el desarrollo de la ansiedad de rendimiento.

La ansiedad de rendimiento en la universidad

En la Universidad, la ansiedad de rendimiento puede relacionarse con el nivel de dificultad de ciertos campos de estudio. Una gran competencia para acceder a estudios superiores puede provocar una fuerte ansiedad de rendimiento especialmente si, paralelamente, el entorno ofrece poco apoyo académico y emocional. La falta de tiempo, la disminución del ocio y de actividades sociales, la dificultad a dominar el aprendizaje, el anonimato y las largas horas de estudios también son factores que pueden contribuir a la ansiedad del estudiante y tener un impacto negativo en la adaptación en el entorno universitario. Los estudiantes ansiosos de sus logros tienden a trabajar dos veces más fuerte para aumentar sus posibilidades de éxito.

Lamentablemente, y es cuando la ansiedad de rendimiento se convierte en un círculo vicioso, estos estudiantes suelen tener un nivel de éxito más bajo que los demás, brecha que se amplía cuanto más difícil es la tarea. Suelen desarrollar menos habilidades de estudio - dictados por su preocupación de logro perfecto - que intentan compensar estudiando más, pero de manera ineficiente debido a que es demasiado perfeccionista.

Los remedios de la ansiedad de rendimiento

Gestionar la ansiedad de rendimiento

Unos métodos de trabajo inadecuados suelen ser generalmente una consecuencia de la ansiedad de rendimiento. Para algunas personas, les puede ayudar tomar conciencia y cambiar sus expectativas y exigencias hacia ellos mismos. Por ejemplo, aceptar que no se puede saber todo perfectamente y por lo tanto no ponerse la presión de leer 5 veces seguidos un mismo libro y memorizar todos los detalles (que de todos modos es una expectativa inalcanzable).

Ser consciente de la ansiedad de rendimiento

Aunque es útil evaluar y mejorar los métodos de trabajo, no siempre es suficiente para disminuir la ansiedad de rendimiento. Del mismo modo, las técnicas para reducir la ansiedad, tales como los ejercicios de relajación, también suelen tener muy poco impacto. La persona ansiosa necesita sobretodo tener apoyos, aclarar su vida y tomar conciencia de los miedos y creencias que alimentan su ansiedad, antes de llegar a disminuirla.

Cambiar tus expectativas y exigencias de rendimiento

Aunque sean importantes valores, el rendimiento y el éxito personal no deben despertar una ansiedad importante. Es posible superarlo y aprender a vivir de una manera menos estresante, más relajada y, en última instancia, mucho más satisfaciente.

Ansiedad de rendimiento en deportistas

Un nivel moderado de ansiedad puede permite un rendimiento óptimo, aunque que el rendimiento se deteriora si el nivel es demasiado bajo o demasiado alto. Durante una competición, por ejemplo, pensamientos negativos afectan la atención y el rendimiento y evitan que el deportista se recuerde de sus aprendizajes.

¿Cómo gestionar la ansiedad de rendimiento deportivo?

Los cuatro tiempos de la preparación del deportista:›

1- El entrenamiento: El objetivo es perfeccionarse. El deportista tiene que hacerse preguntas. Trabajar la actitud, experimentar la concentración y hacerse preguntas. Es una preparación mental a la competición.

2- La competición: El objetivo es el éxito. Para ello el deportista debe adaptarse. Apoyarse sobre certezas, adaptarse a las condiciones de juego, mantener una concentración mental, tener sentido crítico y analizar la táctica.

3- Después de la competición: Facilitar la recuperación física y mental, superar los fracasos (ansiedad) y frustraciones.